No hay un solo recuerdo en mi vida en el que no haya estado observando, explorando, creando o aprendiendo. Estas acciones, tan naturales para mí, junto con una atracción innata por lo estético, me llevaron a elegir el diseño como mi destino desde una edad temprana. Ser diseñadora ha sido una satisfacción y una responsabilidad a partes iguales.

A lo largo de mi trayectoria he aprendido de innumerables personas y experiencias, y he trabajado en diversos aspectos de la profesión, siempre con el objetivo de aportar valor a la sociedad. El diseño no es solo mi elección profesional, sino una parte integral de mi vida; ambos se retroalimentan en cada proyecto, desafío y logro. Como diseñadora gráfica, me reinvento constantemente para seguir creciendo y dar lo mejor de mí en cada oportunidad que se me presenta.